Comienza el verano y vamos a ir a la playa o piscina con tu protector solar.
Para disfrutar del buen tiempo y mitigar el calor en la medida de lo posible. Llevarás en tu cesta una crema o leche con protectora para protegerte de los rayos ultravioleta del Sol.
Sin embargo muchos de los componentes de estos productos son potencialemente tóxicos. Debemos evitarlos en la medida de lo posible. Es importante si queremos disminuir las probabilidades de tener problemas a largo plazo. (Aquí os dejo un listado de productos y cómo reconocerlos de Nina Benito)
Debemos distinguir muy bien los distintos tipos de filtros solares que se utilizan en el mercado. La mayoría de los productos solares incluyen filtros solares químicos que tienen efecto disruptor endocrino (actúan como hormonas) Pueden tener también efectos muy nocivos para tu salud.
En productos de cosmética natural se sustituyen por los filtros solares físicos. Como indica su nombre, ejercen su función por medio de una propiedad física cuantitativa (que se puede medir) que es la refractancia lumínica (capacidad de reflejar los rayos del Sol)
Estos filtros son minerales o arcillas naturales. Los cristales de estos minerales reflejan los rayos ultravioleta (UVA y UVB). Son seguros para el organismo porque no son absorbidos por la piel. Se depositan sobre ella y hacen de pantalla física.
Reflejan la luz e impiden que la piel absorba la radiación ultravioleta. Protegen de las temidas quemaduras del Sol e impidien que la radiación ultravioleta forme radicales libres en las células de la dermis.
Los radicales degeneran el material genético de las células. Como consecuencian pueden generar manchasr y lunares, eritemas o cáncer de piel
Los filtros físicos en un protector solar tienen bastantes ventajas.Sin embarg tienen un pequeño inconveniente estético.
Al cubrir la piel pueden dejar visible una leve película blanquecina sobre la piel. Este problema estético las diversas marcas lo han solucionado con las llamadas nanopartículas. Éstas se usan en filtros solares como el Dióxido de Titanio y Óxido de Zinc, hierro o magnesio.
Las nanopartículas son cristales del orden de los nanómetros (1 millón de veces más pequeñas que un milímetro). Su tamaño de partícula es tan pequeño que no es visible al ojo humano y también reflejan los rayos UVA.
Sin embargo, al ser tan pequeñas, los nanocristales se disuelven muy fácilmente con la humedad del sudor. Se sospecha que las más pequeñas se pueden absober a través de la piel y llegar al torrente circulatorio.
Además, un peligro añadido es que en lociones o sprays, al ser tan pequeñas, quedan flotando en el ambiente. Las nanopartículas pueden ser inhaladas y ser absobidas por el sistema respiratorio y entrar en el torrente sanguíneo.
Actualmente se están realizando diversos estudios de toxicidad sobre las nanopartículas. Todavía no hay resultados concluyentes como para prohibir su uso.
Pero muchos consumidores de cosmética natural procuran evitar estos productos con nanopartículas por prevención.
¿Cual es la solución? en Notaliv hemos apostado por un filtro solar físico de tamaño mayor a las nanopartículas. El caolín, cuyo rango es del orden de los micrómetros de (1 a 100 micrómetros).
El caolín es un mineral de silicio que se encuentra en la naturaleza como arcilla y que refleja los rayos ultravioleta. Al ser de tamaño mayor al micrómetro, no atraviesa la barrera de la piel como puede ocurrir con las nanopartículas.
Su capacidad de protección frente a los rayos UVA y UVB o Factor de Protección Solar (FPS) se determina empíricamente según la escala oficial CODIPA.
Esta escala relaciona directamente la concentración con la refractancia (o capacidad de un cristal de reflejar la luz (y por tanto los rayos Ultravioleta)
Asi, con una concentración de caolín de FPS20 se consigue un nivel de protección alta o pantalla total (Reflejo de la totalidad de los rayos UVA y UVB)
Nuestros productos de cosmética natural utilizan diversas concentraciones de caolín de FPS9, FPS15 hasta llegar a un FPS30. Éste último son 10 puntos de protección por encima de la pantalla total.
Así se evitan posibles pérdidas de protección por mala aplicación del producto y la sudoración.
Se podría conseguir FPS50 y FPS90 como con otros productos y marcas que utilizan filtros químicos, pero en ese caso estaríamos hablando de una arcilla muy muy densa. Sería prácticamente un barro que nos aplicaríamos directamente sobre la piel. No sólo no luciría muy bien en la playa sino que se perderá por la gravedad y con el movimiento al andar.
Sin embargo, el caolín es un filtro solar muy seguro. Su uso en productos de cosmética natural es un indicador de uso de materias primas naturales en su composición.
Tan sólo debemos seguir una serie de reglas en la aplicación de la crema. Unas pautas sencillas que permiten que el caolín como protector solar sea seguro.
El caolín se elimina de forma física con la sudoración y el roce con la ropa. Sea ésta de baño o la toalla. Pero sobre todo con el agua del mar o piscina.
Por lo tanto, hay que reponer su aplicación cada hora y media y sobre todo justo después del baño. El agua elimina el caolín de la piel.
También hay que seguir una serie de reglas de sentido común (que no siempre estamos dispuestos a seguir) para evitar tener problemas después de tomar el Sol.
Os dejamos más abajo una infografía con 3 consejos para seguir este verano. Ya hemos visto los beneficios de la cosmética natural de AOVE en nuestro blog.
También los beneficios del caolín como filtro en un protector solar.
Si combinamos estos dos ingredientes con el Aceite de Zanahoria se activan los melanocitos de la piel. De esta manera se consigue lucir un bronceado natural muy vistoso en verano.
Si creéis que es buena opción aprovechar los beneficios del caolín, y probar nuestros productos de cosmética natural #SunnyHealth aquí tenéis una oferta para el verano difícil de rechazar 🙂