La piel del bebé e infantil es muy propensa a sufrir la llamada dermatitis atópica
La dermatitis es debida a un proceso inflamatorio en la piel, acompañado por picores e irritación y descamación.Normalmente aparece y desparece en brotes, por diversas causas y durante un tiempo determinado. No es una enfermedad contagiosa, pero sí tiene una elevada incidencia en la edad infantil hasta los 5 años y tembién en parte de la adulta.
Para evitar la dermatitis atópica más importante es mantener la piel bien hidratada y sobre todo, evitar los posibles irritantes que puedan desencadenar el proceso de la dermatitis atópica.
Para este motivo es muy importate utilizar productos de higiene infantil sin derivados petroquímicos o compuestos químicos que puedan provocar un brote de dermatitis atópica, que se pueden encontrar en la ropa o productos de higiene y jabones.
En la prevención de la dermatitis atópica es muy importante mantener la hidratación natural y preservar la función de barrera protectora de la piel. Si conseguimos mantenerla disminuiremos la probabilidad de la aparición de enfermedades dermatológicas provocadas sobre todo por la deshidratación.
Un truco muy utilizado desde siempre es el aplicar un masaje con algún aceite hidratante, o añadirlo al agua del baño aplicar con la esponja. Siempre ha sido muy utilizado para esta función tanto el aceite de oliva virgen extra (AOVE) como el aceite almendras dulces, y por supuesto, la combinación de ambos.
Después del baño del bebé o antes de vestirlo se puede aplicar un body milk de uso frecuente para mantener el tono de hidratación sobre la piel. Así mantendremos protegida la piel durante todo el día y evitaremos en la medida de lo posible la deshidratación y mantener la barrera protectora.
Otro tipo de dermatitis muy relacionada con el mundo infantil es la dermatitis del pañal.
Según la Asociación Española de Pediatría, la dermatitis del pañal se refiere a cualquier dermatitis asociada a la zona de la piel cubierta por el pañal. Es ocasionada por el contacto directo con la humedad, la fricción del pañal con el movimiento, y la presencia orina y heces que producen aumento del pH natural de la piel.
En definitiva, se pierden las características normales de la barrera cutánea de la piel, producéndose desecación y ocasionando la dermatitis. Los lugares más sensibles de padecer dermatitis del pañal son las ingles, genitales y zona perianal y ano.
Se producen picores e irritaciones, eritemas y si no es tratada bien, infecciones por hongos como Candida albicans (causante de la candidiasis) La dermatitis del pañal, al igual que la atópica, puede derivar en pústulas y en psoriasis si no se tratan adecuadamente.
Según la Asociación Española de Pediatría, para prevenir la aparición de esta enfermedad tanto en bebés como en adultos (no conviene olvidar a las personas de la tercera edad que utilizan pañales por diversos motivos) hay que seguir unas sencillas pautas de higiene y prevención:
- Utilizar pañales extrabsorbentes y cambiarlos frecuentemente.
- Aplicar polvos de talco tras la limpieza de la zona.
- No utilizar como profilaxis antifúngicos o corticoides, para evitar la sensibilización del bebé. Si se usan, debe hacerse bajo prescripción médica.
- Utilizar un producto protector después de cada cambio de pañal, que aisle la piel del contacto del pañal. Normalmente se utilizan las pastas al agua, aunque éstos productos, bajo fórmulas comerciales perfectamente legales, pueden contener diversos derivados petroquímicos y otras sustancias en su composición.
- En casos de picor e irritación severa, producida por el pañal u otros fenómenos naturales como la aparición de los dientes, se puede utilizar algún bálsamo con productos 100 % naturales, como el aceite de oliva virgen extra (AOVE) que hidrata y calma la piel, y que contiene antioxidantes como la vitamina E y otros regeneradores naturales de la barrera protectora de la piel como la Vitamina A y D.
El AOVE también contiene un antinflamatorio natural, el oleocanthal (con un efecto antinflamatorio equivalente a 125mg de Ibuprofeno). Combinado con el poder de hidratación del aceite de almendras dulces, son la fórmula perfecta para cuidar la pieles sensibles de los más pequeños y adultos con problemas de dermatitis agudas.
En definitiva, como hemos contado otras veces, cuidar la piel es un hábito que debemos adquirir. Es nuestro órgano más expuesto a los agentes externos, y en los niños es más sensible aún que en adultos.
La combinación del AOVE y el aceite de almendras no es sólo idónea para prevenir las dermatitis infantiles, sino que también sirven para paliar los síntomas de otros problemas de la piel como los eritemas, quemaduras y la psoriasis.
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